...Emprendieron el viaje los cuatro jóvenes, cada uno llevando su arco y su flecha. Caminaron días enteros hasta que una tarde de unos matorrales saltó un venado grande y gordo. Comenzaron a correr detrás de él sin perderlo de vista. El venado veía a los jóvenes y se compadeció. Los dejó descansar una noche y al día siguiente los levantó para seguir con la persecución. Así transcurrieron semanas hasta que llegaron a Wirikuta. Estaban justo en la puerta al lado del cerro de las Narices, en donde habita un espíritu de la tierra y vieron al venado que brincó en esa dirección.
Ellos juraban que se había ido por ahí, lo buscaron pero no lo hallaron.
De pronto uno lanzó una flecha que fue a caer en una gran figura de venado formada en la tierra de plantas de peyote. Todas juntas brillaban con el sol, como esmeraldas mirando a una dirección. Confundidos los jóvenes con lo sucedido, decidieron cortar las plantas que formaban la figura del venado y llevarlas a su pueblo. Después de días de camino llegaron a la sierra huichola donde los esperaba su gente. Se presentaron de inmediato con los abuelos y contaron su experiencia. Comenzaron a repartir el peyote a todas las personas que después de un rato los curó, alimentó y les quitó la sed. Desde ese momento los huicholes veneran al peyote que a mismo tiempo es venado y maíz. Un viaje.
Ellos juraban que se había ido por ahí, lo buscaron pero no lo hallaron.
De pronto uno lanzó una flecha que fue a caer en una gran figura de venado formada en la tierra de plantas de peyote. Todas juntas brillaban con el sol, como esmeraldas mirando a una dirección. Confundidos los jóvenes con lo sucedido, decidieron cortar las plantas que formaban la figura del venado y llevarlas a su pueblo. Después de días de camino llegaron a la sierra huichola donde los esperaba su gente. Se presentaron de inmediato con los abuelos y contaron su experiencia. Comenzaron a repartir el peyote a todas las personas que después de un rato los curó, alimentó y les quitó la sed. Desde ese momento los huicholes veneran al peyote que a mismo tiempo es venado y maíz. Un viaje.
Y para después de los Bee Gees motorizados, la revolución en pony y la mágica alfombra voladora. Le recomendamos volarse el marulo con Roger Waters.
FOTOS:
ResponderEliminarcolinamun 01 veintisiete segundos de caja de pieditas negra con luz directa a cara de perro
las otras tres son de diego, sin datos pero segro los va a poner como comentario acá abajo
muy bien ojos de lata!!
ResponderEliminarla remi es un lugar de espera, esa foto lo dice todo. muy buen retrato!
la alfombra voladora tambien me gusta mucho. el manejo de la luz es todo!!
como diria Roger - Ahora hay una mirada en tus ojos, como agujeros negros en el cielo.-
se fueron al carajo.
ResponderEliminaruna locura.
ME EN CAN TA RON
la salida de los remixeros es una genialidad!!!
sis i muy zarpadosssssssss...alto viaje el del remis... Reina Calendula alguna vez pagales el viaje...
ResponderEliminar-entre el remis y el tren hay como doce cuadras?
ResponderEliminar-si
me fui caminando entonces
baje la calle corriendo el bondi buscando un par de piedras o silbidos
-el asunto es llegar no me importa como-la próxima me pongo las zapatillas de salir a comer afuera (yo soy)